NUEVO TERCER PISO










El próximo 19 de octubre (2008) celebraré mi cumpleaños y me mudaré sin necesidad de fiador al nuevo tercer piso. Pero mis 30 son una edad confusa. Uno parece muy joven, pero en realidad estoy muy viejo. Y a la vez, con el tren y el voltaje de vida, uno parece muy viejo, pero en realidad estoy muy joven.



Así es. Si les digo que tengo dos hijas, ustedes pensarán que soy un viejo. Pero si les confieso que aún no termino la U, dirán que puedo estar joven. Si me encuentran jugando con mis hijas en un parque público y luego tirado en la sala de mi apartamento, haciéndoles muñecos de plastilina, ustedes pensarán una cosa... Pero si me descubren rumbeando desde las siete de la noche y llegando al apto a las once pm y madrugando los domingos, pensarán totalmente lo contrario.



Aún así, este síntoma no es únicamente mío. Todos los que vamos subiendo por el ascensor sufrimos de lo mismo. Si nos ven recién afeitados en un concierto de rock saltando y cantando; si nos ven carcajeando por cualquier cosa, alegando con el papá y renegándole a la mamá, dedicando canciones por teléfono, amañados en la tv viendo a Puka, cantando en el baño “Rosa pastel” de Belanova, tomando cerveza en el parque del Poblado con algunos amigos que se usan gorra en la noche, odiando a los Emos, sentados en el parque del Periodista, parados en la Octava, hablando bien de la “legalización” y denigrando de Uribe delante de la abuelita, dirán que somos unos muchachos. Pero si decimos que hace más de 10 años nos fuimos de la casa materna, y si algún día nos pillan tomando tinto con los tíos y hablando de qué hacer con las cesantías o con la jubilación, comentando sobre la reunión de padres de familia, hablando de política, ahorrando plata, oyendo los consejos del papá y mimando a la mamá, ustedes pensarán que hace rato dejamos de ser jóvenes prometedores y que ahora hacemos fila para entregar los papeles de la aprobación de un crédito para mudarnos al cuarto piso.









EL BALANCE

Un individuo con 30 años es un hombre hecho y derecho o un joven llevado al diablo. A esta edad el tipo está jodido, o en la gloria. Nunca en un punto intermedio. Si, aparentemente está a medio camino, es porque realmente ya se lo llevó el putas.

Esta semana, con motivo de mis treinta, un amigo me pidió que hiciera un balance. Aquí está la tarea.Dos hijas, un divorcio, una casa, una carrera, una novia, varios cuentos, 300 baretos fumados, ni uno más ni uno menos, varios viajes realizados y otros más por hacer, una novela mediocre, haber superado definitivamente el vicio de la paja. Eso es un mérito, hace 10 años pensé que era imposible vivir sin hacerme la paja. Ahora compruebo que es posible, que lo imposible es vivir sin una disciplinada rutina de buen sexo.

La proporción de libros leídos y comprados es de 4 a 1. Por uno que leo, compro cuatro. A este ritmo guardo la esperanza de no llegar a leerme nunca toda mi biblioteca. Si llegara a leerla toda, me sentiría muy triste y desgraciado. De eso se trata todo en la vida. Ganar 2 millones, pero gastar 4. Tener dos hijas, pero amar tres. Terminar ingeniería en la U, pero querer ser matemático, músico, papá, periodista, amante, profesor y marihuanero, etc. (esa es mi frustración: no poder ser disciplinado y fumarme, al menos, un porro diario). Es decir, a medida que ganes en patrimonio, triplica tu pasivo. Esa es la fórmula del crecimiento.

En el año 2007, según me dijeron las directivas de la U, y según las estadísticas de préstamo en la biblioteca, yo era el mejor lector de EAFIT. Ja, qué tristeza¬. Uno siempre tiene la esperanza de que haya alguien más teso que inspire y motive. Ahora ando enamorado. Sin espinas en el corazón. Cayendo otra vez en picada. Salvando terrenos nuevos. Bailando tangos. Cantando boleros. Derrochando salsa. Aprendiendo a cocinar. Ahorrando para irme de viaje. Llevando a mis hijas a clases de música. Montando bici y patines con ellas. Cantando los temas de Patito Feo y Rebelde. Me he sorprendido comprando flores y luego de salir del apto llamando a decir ¨ya llegué.¨Pero convencido de que al amor hay que darle todas las oportunidades que pida. De eso estoy seguro, de que soy un eterno enamorado. Estoy escribiendo versitos y haciendo planes para mañana.

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