OPINIÓN Los ingenieros no leen

LOS INGENIEROS NO LEEN

Hace unos días un profesor de la universidad, doctorado en Alemania en alguna rama de la ingeniería y un idiota a pesar de todo, me preguntó qué clase de libros me gustaba leer. No recuerdo cómo diablos llegué a ese tema con el tipo pero sí la manera en que le contesté: con cualquier pendejada sabiendo que iba a quedar sano con mi respuesta, no porque yo lea cosas muy tesas, sino porque el profe, como todo ingeniero que se respete, no se lee una novelita ni a palo y menos un poema o un ensayo.
Es seguro que este profe estudia los libros más cabrones de ingeniería, unos libros que no se leen de corrido y hay que meterles el diente para entender sus ecuaciones y malabarismos algebraicos y que, bien juicioso, úno avanza a una velocidad de pag/hora; también es seguro que se leyó algún librito de Chopra o de cualquier otro charlatán por el estilo, pero también no hay duda de que sus ojos no se han cansado en los párrafos de la buena literatura.
Este profesor resuelve cualquier problema de análisis y diseño de circuitos lógicos digitales, pero es insoportable como conferencista. Escribe aquí y allá sobre el tablero, en un desorden desesperante, y cuando de pronto tiene que copiar un título o alguna frase en español lo hace con ortografía de ingeniero, que es una ortografía pragmática, sin tildes y sin distinción entre la ce y la ese. Además tiene una dicción terrible. En vez de pronunciar “octante” dice “otante”, no dice “para el lado de acá” sino “pa´n lao de acá”, dice “ento`os” en vez de “entonces” y en vez de pronunciar “adaptar” dice “adatar”. En fin, un montañero el hijueputa, que para acabar de ajustar les dice “mamitas” a las muchachas del curso. El hombre puede saber mucho de ingeniería digital, pero es pésimo como profesor. Y hay que verle el orgullo con el que se presenta, en la primera clase del semestre, sacando pecho y numerando los títulos de pros-grados hasta llegar a su doctorado en Alemania; hay que verlo con camisa verde a manga corta, por encima, y por debajo, haciendo de camisilla, asomándole por el cuello, una chillona camiseta azul; hay que visitarlo en su oficina para verle la ridícula expresión en el rostro cuando escucha música clásica, amplificada desde su pc: una actitud de fingida sensibilidad ante un arte que, se nota, no entiende ni disfruta.
En una oportunidad llegó al salón de clase con una tulita colgada del hombro. La dejó en el escritorio y comenzó a dar su cátedra. Al rato comenzó a sonar un celular. Y suene y suene y nadie contestaba. El profe se pegó la emputada del diablo. Que ¡qué era ese irrespeto!, que contestaran ya, que ¡qué carajos!, que los malditos celulares prendidos en clase, etc. Todos lo mirábamos muertos de risa sabiendo que el maldito celular que estaba sonando era el suyo, el que traía adentro de la tulita. Cuando una muchacha, con la risita en los labios y desde las primeras sillas, le hizo caer en cuenta de su bestialidad, el profe agarró la mochilita, sacó el celular y se largó del salón sin terminar la clase. A la siguiente semana llegó sin saludar y lo primero que dijo fue que sacáramos una hoja para hacernos un examencito.
De modo que cuando el dotor me preguntó qué clase de libros leía le contesté una güevonada y le cambié el tema por otro. Qué tal si le digo que este año Truman Capote me puso a leer Periodismo Literario y que, esculcando sobre tema en la biblioteca, encontré a Norman Mailer a Tom Wolfe y a Kapuscinski, y que además encontré una Antología de Grandes Reportajes Colombianos en la que leí una crónica buenísima que Gonzalo Arango le hizo al campeón de ciclismo “Cochise” Rodríguez, y que esta crónica me puso a tirar más caja que un loco; qué tal si le digo que con Arango me dio por leer a Eduardo Escobar y al resto de Nadaistas y que, si úno se pone a leer a los Nadaistas, irremediablemente, cae en las páginas de Fernando González, y leyendo al filósofo de “Otra parte” dan ganas de leer sobre la vida de Simón Bolívar…Qué tal si me pongo en ésas…, ¡Ni por el diablo!. De pronto el doctorcito se confundía y quedando en evidencia su pendejada hubiera tomado medidas en mi contra al momento de calificar los exámenes.

18 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien, está bien este texto. Hasta charrito. Supongo que el autor, siendo ingeniero, se sale de la regla.

Cath Hyde dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Cath Hyde dijo...

Ante tantos lame -suelas, lagartos, cascabeles y cualquier otro tipo de animales rastreros y de ego hiper estimulado, no nos queda más que maravillarnos por la diversidad animal y sus bondades. Hay muchos que viven confortables así, y otros que también lo son pero siguiendo a estos personajes…pero lo mejor de todo es darse cuenta, desde la intimidad del corazón, lo poco dignas de interés que éstos son.

K dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
Anónimo dijo...

me pareció super charro, al menos ya me entendes y reconoces que los ingenieros son puro visaje.....hey! no me has vuelto a recomendar libritos..pilas. Un abrazo

Anónimo dijo...

andres, me gusta tu articulo, ademas de que referencias personas q posiblemente me esten dando clases actualmente, jaja.

me agrada esa sinceridad, de la cual muchos como nosotros alumnos de ingenieria u otras carreras guardamos con reselo o miedo, por ese titulo o carton que tienen este tipo de personajes.

Ángela Castro dijo...

ey la tuya también está buena. Estoy empezando, espero algo resulte. Saludos y gracias por tu visita

Anónimo dijo...

Hey, esto esta una chimba, apropósito estoy leyendo Cartas a Aguirre de Gonzalo Arango, una chimba todo el rollo de ese man y del porque y de donde se origina el nadadísimo, "saber que todo empezó apoyando la ultra derecha con rojas pinilla al mando"
MAURICIO

Anónimo dijo...

Que más ingeniero, bien o no.

Parce, muy bacano el cuento del profe, pobre guevón, que hijueputa banderiada la que le metiste con ese artículo. Supongo que no tardará mucho en enterarse del asunto, así que aconsejo que os prepareís para poder responder (explicar) el por qué del mismo.

Muy charro un profe así, aunque no es el único. Por ejemplo, en ECONOMÍA (la gloriosa), hay un profe que dice: "la carro", "El casa", etc.Muy charro también lo del cel, tremendo pendejo, ah!!!!.

DiMogno dijo...

Esta buena la descripción del ingeñero...ese responde al patrón de la mayoría de ellos. El lenguaje del texto es bacano. Pero lo que me molesta profundamente hasta arrancarme los pelos, como un lector desprevenido de este blog, es la información sobre lo que le gusta leer al autor. No se si lo pone para que el lector se entere de toda la cultura que tiene o no se para que diablos. El comentario es sin la intención de ofender y sin con el fin de utilizar las facultades que brinda un blog de lectura abierta para cualquiera...también puede criticar mis textos. ATT: Muelas

Anónimo dijo...

Andrés: con respecto a los aforismos que has publicado en tu Blog, esos no fueron pensamientos de Gonzalo Arango. Fueron ideas tomadas de una bellísima obra del escritor Lawrence Durrell, llamada "El Cuarteto de Alejandría". Es una obra compuesta por 4 libros: "Justine", "Balthazar", "Mountolive" y "Clea". Son libros muy difíciles de conseguir pero se los recomiendo. Lo pondrán a soñar, se lo aseguro.

Ah, y con respecto al artículo LOS INGENIEROS NO LEEN, con todo el respecto le digo: ¡¡¡Que carajos tiene eso de malo!!! Mire, muchas de las grandes enseñanzas que en este momento atesoro las he aprendido de personas que no han leído ni a Gonzalo Arango ni a Lawrence Durrell, ni probablemente a muchos autores más. ¿Y?

Para finalizar, le recuerdo una frase que me dijo alguna vez Raúl Gómez (un gran profesor, un gran filósofo, un gran escritor, un gran matemático, y una gran persona, en EAFIT conocido como el profesor Chapatín) conversando con él en la oficina: "La literatura, y en general el conocimiento, no son fundamentales para nadie. El conocimiento está para el que lo quiera acoger con pasión y dedicación". Le recomiendo entonces dejar esas actitudes tan pretensiosas y dedíquese a aprender lo mejor que pueda de cada quien. Se puede llevar una grata sorpresa.

Anónimo dijo...

Simplemente facinante, me encanto tu sinceridad y a pesar de que soy ingeniera y en algo me afecta, tienes toda la razón, es una buena forma de hacer entrar en razon a tanto ingeniero que no lee...

Pero lo que mas me gustó es la parte en que citas a Fernando Gonzalez, otra parte... y por supesto a Simon Bolivar, como no querer conocerlo despues de leer a este gran filosofo nadaista.

Un abrazo

Eliana

Anónimo dijo...

Me quedó una duda: ¿Comprobaste REALMENTE que el profe no lee absolutamente nada de literatura? ¿Se lo preguntaste tal vez? No creo.

Ahora le planteo la siguiente: ¿Usted alguna vez se ha percatado de la belleza que encierra todo ese montón de ecuaciones y -como lo llama usted tan deportivamente-"malabarismos algebraicos"? Infórmese un poco y se puede sorprender.

Viejo, belleza hay por todas partes...

Suerte.

PD: ¿Qué es eso de "Buena Literatura"?

Unknown dijo...

A todos mil gracias por sus comentarios.
Hay varias cosas:
1. Sí, los aforismos de Arango son ideas de Lawrence Durrell, pero este nadaista las puso en cápsulas bien apretaditas.
2. Raul, el doctor “chapatín”, profe de la U es una gran persona. Por él gané cálculo integral cuando me explicó las series de Maclaurin y las de Taylor.
3. El artículo no está diciendo en ningún momento que para ser sabios hay que leer. Una cosa es la sabiduría y otra el conocimiento. Incluso, yo prefiero ser sabio sin haber leído nada.
4. Belleza en las matemáticas? Hombre, pues claro. Solo basta leer las demostraciones de Fermat o de Pitágoras, de Newton, en fin…, verdaderos poemas y demostraciones de belleza formal.
5. Y que si le pregunté al profe sobre el tema… pues vaya usted a saber.

Aída Acosta dijo...

Hola Andrés, te devuelvo la visita a mi blog.
Bueno, y decir, que profesores así hay muchos, quizás demasiados.
Saludos

Anónimo dijo...

Bacan...

Es un pajazo mental creer que por que una persona es profesor o doctor, tiene que moverse en todos los ámbitos del conocimiento.

En este mundo de las especialidades, algunos saben bien de una cosa y otros de otra, y de esa manera se ha constituido el conocimiento moderno, que tal vez no siga los caminos del pensamiento complejo de Moran, pero que sin embargo a sido de las épocas de mayor desarrollo en todos los ámbitos.

Veo que se ridiculiza al profesor por no saber de literatura, de lo cual me da la idea que vos estas tratando de colocar en una misma balanza la literatura y la ingeniería…..haber que pesa mas….

Cuando salga un Doctor en literatura sacando pecho por los libros que ha escrito y por sus títulos ¿Saldrá también un articulo ridiculizándolo por que no sabe de electronica digital, o resolver sistemas de ecuaciones?

Anónimo dijo...

Creo que eres uno de esos casos de vanidad intelectual que a todo lugar que llega saca a relucir mediante citas y frases impropias su pseudointelectualidad,leer y repetir imbacilemente lo que otros dicen no te hace más inteligente, son tus propias ideas y aportes verdaderos a la humanidad los que te hacen mejor, ser un crítico por haber leido una clase de libros en particular no te hace superior, de hecho te puede convertir en un mediocre, ya que eventualmente podrías saber un poco de todo y al final no ser realmente bueno en nada. Las personas que se apasionan por un tema en especial normalmete se apasionan por ellos y descuidan otros apectos de su vida, pero he ahí que sean tan buenos, tú eres bueno para criticar a los demás, me pregunto si con tus conocimientos haz logrado hacer verdaderos aportes a la humanidad que vayan más alláde las simples críticas que solo te sirven para crear en ti mismo un falso sentimiento de superioridad, recuerda que los libros de física, matemáticas, cálculo, química, etc., también son libros y de ellos han salido los mayores aportes pra la humanidad. Dsiculpa si encuentras algún error ortografía o gramática.

Anónimo dijo...

Comentario corregido, para no dañar tus ojitos con los errores de digitación.

Creo que eres uno de esos casos de vanidad intelectual que a todo lugar que llega saca a relucir mediante citas y frases impropias su pseudointelectualidad, leer y repetir imbécilmente lo que otros dicen no te hace más inteligente, son tus propias ideas y aportes a la humanidad los que te hacen mejor, ser un crítico por haber leído una clase de libros en particular no te hace superior, de hecho te puede convertir en un mediocre, ya que eventualmente podrías saber un poco de todo y al final no ser realmente bueno en nada. Las personas que se apasionan por un tema en especia,l normalmete se apasionan por ellos y descuidan otros apectos de su vida, pero he ahí que sean tan buenos, tú eres bueno para criticar a los demás, me pregunto si con tus conocimientos haz logrado hacer verdaderos aportes a la humanidad que vayan más allá de las simples críticas que solo te sirven para crear en ti mismo un falso sentimiento de superioridad, recuerda que los libros de física, matemáticas, cálculo, química, etc., también son libros y de ellos han salido los mayores aportes para la humanidad. Disculpa si encuentras algún error ortografía o gramática.