LA NUEVA CAJA DE PANDORA
El celular se volvió una caja de Pandora. Esculcar en el celular de la pareja puede traer las sorpresas insospechadas. Lo mismo sucede con Facebook. Hay muchos novios que eliminaron su perfil de la red social por los problemas que les acarrearon las etiquetas en fotos y videos, los mensajes imprudentes en el muro y los comentarios provocadores en la barra de estado.
Eliminar el Facebook, para evitar problemas con la pareja, puede resultar relativamente fácil. Pero dejar el celular, por este tipo de cosas, es mucho más improbable. La estrategia para evitar malentendidos, es cambiar el número de teléfono. Pero cuando esto sucede… es porque el rio suena. Si el asunto no es tan delicado, una chica nunca dejará de usar su número por culpa de los gavilanes que la vigilan a distancia, además porque a las mujeres les encanta conservar un séquito de posibilidades con qué dar celos a los novios.
Al respecto conozco una historia. Elisa, una vieja amiga, hacía visita en la casa de su novio. Sentados en la sala, hablaban y tomaban cervecita. Al hombre le dio ganas de orinar, fue al baño, y dejó sobre la mesa el celular. Elisa, en un ataque de curiosidad, lo agarró y fue al registro de “todas las llamadas”. La última llamada perdida era de la Tía Rosalba. Nada fuera de lo normal, la tía lo llamaba con frecuencia. Luego abrió la bandeja de mensajes y se encontró esta joya: “Hola cariño, hace cuánto no te veo?”. Elisa miró el número asociado al mensaje: Tía Rosalba.
De nuevo la curiosidad de Pandora, abriendo cajas prohibidas y dejando volar demonios inesperados.
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