El artículo más prescindible que tiene este blog es la siguiente biografía. Se publica a raíz de los privilegios, y de la fastidiosa tendencia narcisista, que tiene el recopilador del material para CHICOS PÁLIDOS… Léalo si le gusta el chisme. Sino, déle clic a otro link del archivo, en la bandera izq, que seguro encontrará otras cosas más interesantes.
Andrés Delgado, (Medellín, 1.978). Los papás no se ponen de acuerdo con la fecha de su nacimiento. La mamá dice que fue un jueves 19 de octubre, pero Don Rafa, el papá, asegura que no fue el 19 sino el 20. En un improbable alegato legal, sobre este asunto, Don Rafa saldría vencedor, pues en el registro civil y en la cédula de su hijo está asentado que la fecha de nacimiento fue un 20 de octubre. Cuando se le pregunta a Don Rafa al respecto dice que la fecha no se la está inventando, que ella está muy clara en el papel legal. Por supuesto, la mamá es quien tiene la razón, así “el papel legal” diga otra cosa. No sólo porque ¿a qué mamá se le descuadra la maravillosa fecha en que concibió a su segundo hijo?, sino porque, además, todos los hombres sufren de un aberrante olvido para esas cosas.
El error sobre la fecha legal y la fecha real es un enredo fácil de explicar, pero ahora no vale la pena entrar en detalles. De modo que, así los familiares, ─a excepción del papá─, lo llamen el 19 para felicitarlo por su cumpleaños, Delgado se ve obligado a poner, en todo documento que llena de información personal, que nació un 20 del mes 10. Ése día, lo llama el papá y, después de felicitarlo, le dice: “mijo, y ¿cuántos años estás cumpliendo?
Cuando Andrés tuvo 11 años se consiguió una novia, una vecinita de su misma edad. Era pelilarga, mona y de ojos verdes. Muy linda la niña, por cierto. Pero muy rápido la vecinita lo cambió por otro niño de 15 años, pues éste sí le daba los piquitos que Andrés no fue capaz de darle.
En el Pedro Justo Berrio, colegio masculino dirigido por padres Salesianos donde Andrés estudio su bachillerato, a falta de jugar bien fútbol, se metió en el equipo de baloncesto. Allí compartió equipo con todos los mariquitas que los curas del Pedro Justo educaban. Era la época en la que el baloncesto estaba considerado como un deporte para niñas, pues aún no entraban los canales deportivos gringos y los torneos de la NBA, que popularizaron entre los machos el deporte “para niñas”. Pero no se vayan a confundir. Así la primera experiencia amorosa haya sido un fiasco, ya se dijo que, simplemente, el tipo era muy malo para jugar fútbol.
En el ejército, lo obligaron a disparar con un fusil G-3, con un Galil y ametralladoras M-60. Durante el entrenamiento para formar en la compañía de Policía Militar lo torturaron con tablazos en el culo y varios puñetazos, trasnocho continuo, insultos y otros vejámenes que se irán contando a lo largo de este blog. Le lavaron el cerebro hasta quedar convertido en un detestable fascista de mierda. Recorriendo las calles de Medellín como soldado, a todo marihuanero que veía fumándose un porro le conectaba una rabiosa patada en el trasero, le insultaba la madre, y le arrebataba el cigarro salvaje. Luego se guardaba la hierba en el camuflado y se la fumaba con otros soldados en el batallón.
Después de salir del podrido ejército colombiano ingresó a la Universidad Pontificia Bolivariana. A los dos meses de haber comenzado clases se cansó de estudiar ingeniería mecánica y se puso a estudiar Español y Literatura en la Universidad de Antioquia. Por un siniestro asunto tuvo que dejar la “de Antioquia” y comenzó semestre en la Universidad de Medellín. En la “de Medellín” también se aburrió y canceló.
Durante el siguiente periodo, la vida le regaló sus dos grandes amores: Abril y Maria Isabel.
Ahora estudia Ingeniería de Producción en la universidad Eafit. Se dice que la de Producción es muy parecida a la ingeniería industrial, es decir, administración de operaciones industriales, de manufactura y servicio. A Andretty le toca esa vaina de eficiencias, que los camelladores no se duerman, que trabajen más rápido, que no hagan las cosas mal, que minimicen y estandaricen sus movimientos, etc. En unas pocas palabras: cuando se gradué será todo un explotador del proletariado.
Cuando empezó a estudiar nadie apostaba un centavo por él. Ya la historia había confirmado que el tipo era bastante inestable en cuestiones académicas. Haber pasado por cuatro universidades le ameritó esa desconfianza.
En los primeros semestres tuvo que verle la cara al cálculo diferencial e integral, al álgebra lineal y a la física de las ondas, de la estática, la dinámica, de los medios continuos, de los sólidos, etc; además tuvo que pasar varias noches resolviendo problemas de ingeniería a punta de ecuaciones diferenciales, métodos numéricos y estadística de la más cabrona.
Familiares, amigos, y sobre todo el papá, celebran que el hombre vaya en octavo semestre sin desistir en la causa.
Ahora parece que va a trabajar en una empresa paisa, bastante reconocida, que exporta calcetines desde la zona franca del municipio de Rionegro. Eso parece un chiste. Andrés trabajando. Pero lo mismo se dijo cuando dejó la universidad Bolivariana para ponerse a estudiar literatura. Y lo mismo se escuchó cuando, de estar leyendo a Aurelio Arturo, a Silva, y al resto de tinterillos colombianos en la Universidad de Antioquia, pasó a resolver ecuaciones diferenciales con la trasformada de Laplace en Eafit. Como todo en su vida, este nuevo trabajo no va a dejar de ser un maldito chiste.
Sus libros favoritos son los siguientes.
Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. También del mismo autor, 2666, Amuleto, Estrella distante… en fin, Bolaño es buen escritor.
Sexus, de Henry Miller.
El señor de los venenos, de Enrique Symns.
Ahora anda leyendo periodismo: Reportajes, de Gonzalo Arango.
Una buena novela colombiana: Recursos humanos, de Antonio García Ángel.
Estos libros son lo que más le gustan en mayo del 2007. En Junio podrá aborrecerlos y colocar en la lista de preferidos a otros más.
Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño. También del mismo autor, 2666, Amuleto, Estrella distante… en fin, Bolaño es buen escritor.
Sexus, de Henry Miller.
El señor de los venenos, de Enrique Symns.
Ahora anda leyendo periodismo: Reportajes, de Gonzalo Arango.
Una buena novela colombiana: Recursos humanos, de Antonio García Ángel.
Estos libros son lo que más le gustan en mayo del 2007. En Junio podrá aborrecerlos y colocar en la lista de preferidos a otros más.
En cuanto a música, Andrés prefiere el rock de la Vieja Guardia: Floyd, Zeppelín, Sabbath y cosas por el estilo. También acostumbra coleccionar Heavy, desde Judas hasta Stratovarious. Las bandas paisas: Kraken, Radiosónica, Frankie ha muerto, Parlantes, Neus (qué chimba de banda), La pestilencia(más paisa que rola), Réquiem, Masacre, Abismo. Pero también escucha The Strokes, Franz Ferdinand, Sonic Youth.
Y cómo no, el punk de la Polla y de los que le dieron el nombre a este blog: Los ilegales (de España, por supuesto).